Por: Inspiración Femenina
Evidentemente estamos transitando por una época en la
humanidad donde en muchas partes del planeta hay personas que en alguna medida
se trasladan, que han dejado su sitio, en busca de un lugar seguro; muchas otras,
que en busca de un sueño, son llamados por la inquietud de moverse…. Tal vez
sea parte de ese misterio que tiene la vida que nos incentiva a la búsqueda.
Esto, en alguna medida, nos ha llevado a pensar en el
nomadismo, en esa forma de vivir y relacionarse que tenían algunos seres en la
antigüedad.
Podemos decir que si hay un pueblo que ha representado ese
nomadismo, esa forma de vivir la vida de una manera distinta, en búsqueda de
una constante evolución ha sido la comunidad gitana.
Si nos remontamos a sus orígenes, la verdad que no es muy fácil descubrir dónde ha surgido con exactitud. Una de
las características que nos ha llamado la atención –y que probablemente esa
haya sido un obstáculo para los investigadores- es que es una cultura –por entonces- ágrafa, y apenas se tiene testimonio de
aquella época.
Los más
entendidos, se han basado en estudios lingüísticos, y han llegado a la conclusión
que el origen realmente surgió en una región del Noroeste de la India, posiblemente
en la región de Punjab. El término “gitano” parece ser que deriva de la palabra
“egiptano”, ya que en un momento se pesaba que el origen de este pueblo era
egipcio.
En la actualidad
se tiende a llamarles con el nombre que ellos se dan a sí mismos: rom , que
significa: “hombre”.
Estudios posteriores
de la lingüística romaní, propia de los gitanos, confirmaban que se trataba de
una lengua índica, muy similar al panyabí o al hindi occidental. Todo esto
hacía pensar que el origen del pueblo gitano se encontraba en el noreste del
subcontiente indio; región geográfica que comprende la mayor parte de la
India histórica, actualmente dividida entre los estados de India, Pakistán, Bangladés,
Nepal y Bután.
La causa real
del porqué este ha sido un pueblo que se ha dedicado al éxodo no se sabe con
exactitud. Alguna de las teorías nos cuentan
que fueron originalmente individuos pertenecientes a una casta inferior,
reclutados y enviados a luchar al oeste
contra la invasión musulmana. También se
baraja la posibilidad de que los musulmanes conquistaron a los rom, los
esclavizaron y los trajeron al oeste, donde formaron una comunidad separada.
Lo que si
aceptan la mayoría de los investigadores es que podrían haber abandonado la
región de la India, alrededor del año 1000; y haber atravesado lo que actualmente
es la región Afganistán, Irán, Armenia y Turquía.
Se ha podido
apreciar, en el éxodo de este pueblo, que una vez habiendo partido de la India,
habrían pasado a Irán y el norte del Mar Caspio, y que luego llegados a ese punto,
habían tomado dos rutas. Una primera, desde Armenia hasta Bizcancio; y la otra,
a través de Siria y Oriente Próximo y el Mediterraneo. Una se habría dirigido
hacia el oeste, al interior de Europa, y la otra hacia el sur, hacia Siria. La primera
rama se habría extendido por todo el continente europeo, mientras que la
segunda habría cruzado África del Norte, apareciendo en Europa tras cruzar el
estrecho de Gibraltar en el singlo XV.
Una de las particularidades
que no queremos dejar pasar por alto es el arte de este pueblo. Se les conoce
por sus cantos y sus bailes. Para ellos bailar y cantar es una condición de la
vida, desde su nacimiento, hasta el punto de que sienten que no pueden vivir
sin ello. Las diversas ramificaciones de la etnia gitana han hecho propia
la música folklórica de aquéllos países donde se han asentado.
Para ellos el rol de la familia
juega un papel fundamental. La unión en la familia se da por la figura del
patriarca, ancestro masculino vivo más distinguido, que marca un fuerte patriarcado
en la familia gitana. Consideran que un gitano lo es cuando puede determinar
cuál es su linaje, raza o sangre, por cuatro generaciones. El número de varones
que haya en la familia, es un índice de poder e importancia.
Los tíos y los batós –hombres
casados, adultos- asesoran al patriarca en la dirección de la familia. Un grupo
especial de hombres sabios, los jueces, pueden componer una “Kris”, o asamblea,
que tiene poder supremos para decidir sobre los asuntos que corresponden a los
gitanos.
Y ustedes se preguntarán, ¿cuál es
el rol de la mujer gitana? Pues no se imaginen una vida de color de rosas, es una
vida muy parecida a la de cualquier mujer de pueblo que se dedica al cuidado de
su casa y de sus hijos.
La mujer gitana es la encargada del cuidado de la familia, a los 8 años
ya se ocupa de sus hermanos y de la casa. El padre y los hermanos la vigilan
atentamente, desde la juventud hasta el matrimonio, y les debe completa obediencia incluso a los
hermanos menores. Deben cuidar de su virginidad.
Es la mujer la encargada de educar y trasmitir a los hijos las costumbres
de su pueblo.
Debe tener hijos, y si son varones su prestigio aumenta. En la madurez
puede ganarse el título de “Tía”, y considerarse una autoridad moral si ha
cumplido la “ley” gitana; es decir, si llegó virgen al matrimonio y se casó por
el rito gitano, si fue fiel al marido y
tuvo muchos hijos varones, y también si colaboró económicamente.
Esto ha sido simplemente una pincelada de una cultura que creemos que
en su esencia es poco conocida. Una cultura con un conocimiento, y tradiciones
antiguas muy interesante de descubrir, y que ojalá sea motivo para que
despierte vuestra curiosidad.
Evidentemente hoy en día corren otros tiempos, y también se puede
observar que actualmente las cosas van cambiando poco a poco, pero la tradición continúa viva.