Por: Amapola Mojica
Muchas visiones y puntos de vista habrá
generado Antonio Gaudí con su obra arquitectónica, tanto así que inspiró y
revolucionó el movimiento plástico del siglo XX. Nos hizo más plásticos, más
maleables, más curvos.
En mi caso, después de visitar y
conocer de cerca la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, después de
acercarme un poco a la intimidad de su
obra y sumergirme en ella, por muy poco
tiempo, se me han despertado sensaciones y emociones que me impulsan a buscar
sus formas por todas partes, cierro los ojos y ellos agradecen el recordarlo, el visionarlo..
En el interior de la Sagrada Familia
recordé los fundamentos de los indígenas
americanos, que nos hablaban de la idea de la
casa como un templo, un templo que debía tener la forma de útero, curvo, redondeado. La casa, el templo, que ellos llamaban Maloca, plasma La Matriz Cósmica, la representación
del universo, matriz porque es un lugar
donde se genera y cuida la vida. Por eso las Malocas indígenas son oscuras como
el universo.
Al estar en la Sagrada Familia sentí
que Gaudí acreditaba en esta idea y recogió el universo en esa matriz redonda,
que es para mí la Sagrada Familia. Pero Gaudí no representó la oscuridad del
universo, representó quizás el viaje de la luz.
El trabajo artesanal de los vitrales
especialmente colocados para el viaje del color: los infrarrojos, ultravioletas
y azules entre otros. La luz es proyectada constantemente, mezclándose
aleatoriamente dentro del espacio vacío del interior de la basílica
Galaxias parecen sus espirales y las
columnas entramadas parecen raíces, aquellas cuerdas que conectan las diversas
dimensiones de universos paralelos .
El movimiento en espiral reflejado
en las torres y en las múltiples escaleras que como túneles y gusanos viajaban
en su interior.
Los mosaicos son un juego cuántico
de probabilidad, no existe pieza igual
cada pieza es única pero cada una se encaja perfectamente a la otra para
soportar la altura y la estructura volátil de sus torres y columnas. La
improvisación hace parte de la composición de sus murales.
La textura se sus paredes parecen
tejidos vivos, que respiran y supuran incluso...
No es un templo que transmite fuerza o poder, es un templo que nos
lleva a viajar por el universo que se mueve como el universo y por eso cuando
se entra allí nuestra mente, nuestra razón sólo tiene la necesidad de crear, se
despiertan lugares secretos de nuestro cerebro.
Creo que en este siglo XX y XXI, es un gran
regalo encontrar a un ser inspirado, que tuvo la valentía de ser reflejo de
Universo y no seguir las reglas y las normas que la especie humana ha dictado,
SEGUIR AL UNIVERSO..... Gracias
Gaudí-... por ser UNI VERSO...
Espero que este lugar, La Sagrada
Familia nunca sea utilizado como un símbolo de poder...
Fidelinaguaduas.. y Du.
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